Cambios en el Concurs de Castells

un paso atrás en la normativa introducida hace dos años

18 de Julio 2019

Carlota Jover Ribalta

E Esta semana el mundo casteller habla de dos cosas: el cambio en la normativa del Concurs de Castells y la Diada de Festa Major de Gràcia de este sábado, que contará con representación gatuna entre el público. Hablaremos aquí solo de la primera.

La tercera reunión de la Comissió Assessora del Concurs de Castells sirvió para dar un paso atrás en los cambios introducidos en la normativa hace dos años. Todos los medios de comunicación del mon casteller se han hecho eco de ello ya que este cambio no solo afectará al propio Concurs, sino que condicionará la actuación de las colles que quieran participar en él el próximo año.

Recogemos aquí los dos principales cambios, y algunas de las opiniones que han vertido al respecto. Para los que queráis ampliar la información, tenéis todos los artículos enlazados.


Los cambios

Cambio número 1:

El Concurs de Castells vuelve a considerar válido cargar más de una construcción

La Comissió Assessora, que este año incluyó por primera vez a representantes de las dos formaciones ganadoras de la edición del sábado, consideró que, si bien se había sido valiente implantando la norma que premiaba los castillos descargados por encima de los que hacían llenya tras la aleta, el mundo casteller no la había hecho suya. Las constantes muestras de gloria protagonizadas por las colles cuando coronan una estructura límite en plaza así lo evidencian.

Cambio número 2:

Vuelven los castells de diez pisos

Si hubo un cambio en el último ranking ampliamente discutido, este fue el de valorar los castells de gama superior sin folre -cuatro de nueve y dos de ocho- por encima de los de diez pisos. Manteniendo el argumento de que el valor de los castells se divide en un componente técnico y uno social, la Comissió Assessora del Concurs volvió a premiar las construcciones de diez pisos en un momento en el que el número de castellers los ensayos y en las plazas ha disminuido claramente.


No estoy de acuerdo en tirar un castell solo para cargarlo. Esto se hace cuando se toman los castells como una competición.

Pero siempre puedes tener un mal dia en el que cargas dos castells y te penaliza mucho sin ir al límite.

Marc Roselló, capde y de Tarragona, Zona Muy Tradicional

Yo creo que va a volver la competición por ir a cargar castells y no creo que sea bueno.

Blanca, gata de la Jove de Sitges

Como ya adelantó el cap de Colla de la Vella, Albert Martínez, al finalizar la Firagost el pasado miércoles, "los castells de 10 volverán ser más valorados que los grandes castells nets, y hay que empezar a prepararse para esta circunstancia".

Los rosats ya comienzan a pensar en clave de Concurs y prefieren rodar las manilles: este año ya han descargado dos 2de9fm, castell que el año pasado no llevaron ni una sola vez a plaza.


Hay quien quiere ligar la disminución del riesgo a suprimir el valor de los castells cargados. No puedo estar más en desacuerdo. Hoy día en contadas ocasiones alguna colla intenta un castell si no cree que tiene solvencia suficiente para completarlo. Hay plena conciencia de que cargar un castell no es el objetivo, no es una obra completa. Es tan sólo una parte; importante sí, pero una parte.

También hay que tener en cuenta que cuanto más aumenta la dificultad de un castell más se reducen las posibilidades de descargarlo a pesar de haber hecho todas las pruebas necesarias y de manera solvente.

Si damos por buenas estas premisas, dar valor cero a los castells cargados no ahorraría ninguna caída. Dar valor cero a los castells cargados ataca el Habeas Corpus de las colles castelleres vulnerando su derecho a sentirse, en determinadas situaciones, parcialmente satisfechas de un castell cargado.


Gran parte del revuelo suscitado tras conocerse el nuevo veredicto de la Assessora viene motivado por el hecho que, aunque el Concurs y la realidad cotidiana de las diadas semana tras semana tengan poco que ver lo que se decide por la evento tarraconense, se extrapola al resto de mundo casteller. Como siempre somos consuetudinarios y no reglamentistas, nos agarramos al único código establecido y lo aplicamos en plaza.


Más allá de gustos, es curioso el poco empuje y capacidad que tenemos todos (colles, castellers, afición, medios) para encontrar elementos de valoración y análisis que no tengan que pasar por beber del certamen bianual. Los domingos al mediodía vamos a descargar castells y no a sumar puntos, vaya.


No me gusta que en la Assessora tengan voz y voto representantes de colles, cada una con su idiosincrasia, por decirlo elegantemente.


¿Qué representante de una colla votará en conciencia las normas a reformular, aunque ese voto vaya en contra de los intereses de su colla ...?


Digo esto último porque, hace unos días, por Santa Anna, en El Vendrell, un admirado casteller me decía: "Es una reforma hecha contra nosotros. Ahora que hacemos todos los castells nets, los representantes de las colles (...) ¡ya se encargarán de ponerlos por debajo!"