Obrint Plaça
Castells y derechos de imagen
11 de Julio 2019
Carlota Jover Ribalta
E Este sábado TV3 inicia la emisión de un nuevo programa de castells: "Obrint plaça". Éste es el último hito del más reciente conflicto del mundo casteller, el de los derechos de imagen.
El mundo casteller está compuesto por una variedad de colles de tamaños muy distintos agrupadas en la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya, la Coordinadora, que nació para gestionar de manera conjunta el pago de la póliza de seguro de sus miembros. No obstante, con el tiempo, se ha ido dotando de otras funciones. En concreto, el 17 de marzo de 2018, la Asamblea de la Coordinadora adoptó un acuerdo por el que se cedían a ésta los derechos de la imagen de las distintas colles y se la nombraba representante único del mundo casteller para negociar con ellos
Este modelo, se contrapone con el que proponían las collas más grandes que hasta el momento se habían negado a ceder sus derechos
la Colla Vella Xiquets de Valls, Castellers de Vilafranca y Minyons de Terrassa). Joan Badell, presidente de Castellers de Vilafranca, afirmó que Vilafranca prefería ceder los derechos diada a diada, sistema que les favorecería. Así, proponían que los contratos con los ayuntamientos incluyan la cesión de los derechos de imagen y que el operador de televisión negocie directamente con los ayuntamientos.
El programa Obrint plaça, y también la plataforma Castells.tv, surgen de un acuerdo entre Televisió de Catalunya, la productora Som y la Coordinadora, que fue precedido por un acuerdo entre estas dos últimas que se anunció en mayo.
Tras el anuncio de este primer acuerdo, tanto Castellers de Vilafranca como la Colla Vella Xiquets de Valls aseguraron que no habían cedido sus derechos de imagen a nadie y, por lo tanto, la Coordinadora no podía firmar ese acuerdo en su nombre.
No obstante, la voluntad común de todas las colles de que los castells tengan la máxima difusión por televisión parece haber sido el eje para alcanzar el acuerdo que se ha sellado con Televisió de Catalunya.
A pesar de los intereses contrapuestos, quién hace castells sabe lo importante que es hacer pinya.